Los caldos, fumet o fondos sirven como base para multitud de elaboraciones como por ejemplo un buen arroz, sopas, cremas o salsas.
Muchas veces recurrimos a los envasados o bien a las pastillas de caldo que encontramos en las tiendas. Y aunque para una emergencia pueden servir, un caldo casero siempre será más sano y natural y con menos grasas y sal.
Tienen una vida de 3 días refrigerados o de 2 meses si están congelados.
Aquí explicaremos como hacerlos, ya que según sean de pescado, pollo o marisco combinan mejor unas u otras verduras y especias.
Consejos:
- Antes de congelar, y una vez terminado el caldo, lo podemos poner en un cazo a fuego para que reduzca y se concentre.
Así luego podemos congelarlo en cubiteras. Una vez congelado se saca de las cubiteras y se almacena e una bolsa en el congelador. Así lo podemos usar como si fuesen pastillas de caldo concentrado cada vez que lo necesitemos.
- En vez de un colador fino para colar los caldos se puede usar una “estameña”. Es una tela de algodón fina para filtrar y que queden más limpios. Tienes que mojarla y escurrirla justo antes de usarla.
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